¿Alguna vez has visto un globo inflado hasta reventar? Una batería de litio hinchada es igual: una señal de alarma silenciosa que indica daños internos. Muchos creen que basta con perforarla para liberar el gas y sellarla con cinta adhesiva, como si se tratara de un parche en un neumático. Pero esto es mucho más peligroso y nunca se recomienda.
¿Por qué? La hinchazón es un síntoma de una batería defectuosa. En su interior, ya han comenzado reacciones químicas peligrosas. Las altas temperaturas o una carga incorrecta (sobrecarga/sobredescarga) deterioran los materiales internos. Esto genera gases, de forma similar a como burbujea un refresco al agitarlo. Lo que es aún más grave, provoca cortocircuitos microscópicos. Perforar la batería no solo no repara estos daños, sino que además permite la entrada de humedad del aire. El agua dentro de una batería es una receta para el desastre, ya que produce más gases inflamables y sustancias químicas corrosivas.
Aquí es donde su primera línea de defensa, un Sistema de Gestión de Baterías (BMS), se convierte en un elemento clave. Imagine un BMS como el cerebro inteligente y protector de su batería. Un BMS de calidad de un proveedor profesional monitoriza constantemente todos los parámetros críticos: voltaje, temperatura y corriente. Previene activamente las condiciones que provocan la hinchazón de la batería. Detiene la carga cuando la batería está llena (protección contra sobrecarga) y corta la alimentación antes de que se descargue por completo (protección contra sobredescarga), garantizando que la batería funcione dentro de un rango seguro y óptimo.
Ignorar una batería hinchada o intentar repararla por cuenta propia conlleva el riesgo de incendio o explosión. La única solución segura es la sustitución adecuada. Para su próxima batería, asegúrese de que esté protegida por un sistema BMS fiable que actúe como escudo, garantizando una larga vida útil y, lo que es más importante, su seguridad.
Fecha de publicación: 29 de agosto de 2025
